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¡Unas vacaciones en Ibiza en la Finca Can Tunicu tienen poco que ver con lo que la mayoría de los turistas de la isla esperan o buscan!

Los veraneantes exigentes pueden pasar unas relajantes vacaciones en una finca aquí en un verdadero santuario con un aislamiento casi total, lejos del turismo de masas y el ruido de las fiestas.

Tanto si quiere estar tranquilo con su familia, buenos amigos o colegas, preparar una luna de miel especial o planea trabajar con fines profesionales como nómada digital, aquí lo disfrutará.

La Casa Mestre de Dalt (es decir, la casa principal superior) en Can Tunicu es una casa de campo de este tipo para unas vacaciones relajadas en una finca en una parcela de más de 18.000 m². Lo especial de esto es la ubicación expuesta a una altura de aproximadamente 160 metros en la cima de una colina a la que solo se puede llegar a través de un camino de tierra privado.

Desde aquí se tiene una vista única del valle de Es Broll de Buscastell, que es un vivo testimonio de la técnica de regadío heredada de los musulmanes. El torrente se nutre de la fuente de Es Broll, uno de los acuíferos más importantes de la isla. A lo largo de su curso discurren una serie de canales, albercas y compuertas que suministran un riego continuo a las parcelas de cultivo que, a modo de bancales, se alzaban con la ayuda de muros de piedra.

Casa Mestre de Dalt fue construida alrededor de 1970 sobre los restos  de una antigua masía familiar del siglo XVI o XVII, conservando el estilo arquitectónico típico ibicenco. No se trata, por tanto, de una casa que, como muchas otras, se construyieron únicamente con fines de alquiler turístico como vivienda vacacional o villa de vacaciones, sino de una vivienda utilizada por la familia propietaria fuera de la temporada turística.